En artículos anteriores hemos abordado cómo el emprendimiento puede surgir tras un divorcio y qué ocurre con los suministros cuando el autónomo trabaja desde casa. Sin embargo, con la campaña del IRPF ya en marcha, es esencial detenernos en una cuestión clave: ¿qué gastos pueden deducirse los autónomos en su declaración de la renta?
Desde Olmedo y Velasco Abogados, especializados en asesoramiento fiscal y legal para profesionales por cuenta propia, te ofrecemos una guía clara y actualizada sobre los principales gastos deducibles en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Principales gastos deducibles en el IRPF para autónomos
Los trabajadores autónomos pueden reducir su carga tributaria mediante la deducción de determinados gastos necesarios para el desarrollo de su actividad. A continuación, te detallamos los más relevantes:
Cuota de autónomos
El pago mensual a la Seguridad Social es deducible en su totalidad como gasto vinculado a la actividad profesional. No se requiere una afectación específica, ya que está intrínsecamente relacionada con el ejercicio de la actividad económica.
Consumos de explotación
Incluye materiales de oficina como folios, impresoras, tinta, bolígrafos y otros suministros que se consumen directamente en el trabajo diario. Su justificación mediante factura es esencial para su aceptación por parte de la Agencia Tributaria.
Conservación y reparación
Se pueden deducir los costes de mantenimiento y reparación de equipos informáticos, maquinaria, vehículos afectos o mobiliario necesario para la actividad.
Sueldos y salarios
Los pagos a empleados, incluyendo nóminas, pagas extra y seguros sociales, son gastos plenamente deducibles. Se deben presentar las correspondientes declaraciones y cotizaciones ante la Seguridad Social.
Alquiler y renting de vehículos
Siempre que estén directamente vinculados con la actividad económica, pueden deducirse tanto los pagos por renting como por alquiler de vehículos. Es importante justificar su uso profesional.
Alquiler del local u oficina
El importe del arrendamiento mensual del espacio profesional es deducible, así como los gastos asociados (por ejemplo, comunidad, tasas municipales, limpieza si las paga el arrendatario).
Servicios profesionales externos
Los honorarios pagados a abogados, asesores fiscales, consultores, arquitectos o cualquier profesional contratado para la gestión o desarrollo del negocio también son deducibles. Se requiere factura con los requisitos fiscales vigentes.
Gastos por servicios contratados
Gastos como informática, publicidad, mensajería, entidades bancarias, transporte (taxis o alquileres temporales) pueden incluirse en la declaración como parte del rendimiento neto reducido.
Impuestos deducibles
El IBI del local afecto a la actividad, el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), tasas locales y otros tributos directamente relacionados con la actividad económica son deducibles. No se puede deducir el IVA en el IRPF, salvo en el caso de profesionales en módulos.
Seguros médicos
Los autónomos pueden deducir las primas de seguros de salud propios y de su familia directa (cónyuge e hijos menores de 25 años), con un límite anual de 500 euros por persona, o 1.500 euros por cada miembro con discapacidad.
Dietas y comidas
Se permite deducir un máximo de 26,67 € diarios en territorio nacional, y 48,08 € diarios en el extranjero, siempre que estén relacionados con reuniones o desplazamientos de trabajo, debidamente justificados y pagados por medios electrónicos (tarjeta, transferencia).
Formación
Los gastos vinculados a cursos, seminarios o materiales formativos que busquen mejorar las competencias profesionales del autónomo son deducibles. Deben tener relación directa con la actividad.
Gastos de inversión y amortización
Compras de maquinaria, equipos, mobiliario u otros bienes necesarios para la mejora de la productividad pueden deducirse como inversión, en función de su amortización. Se trata de una deducción prorrateada durante varios ejercicios fiscales.
Suministros del local o establecimiento
Electricidad, agua, teléfono e internet utilizados en el lugar donde se desarrolla la actividad profesional también forman parte de los gastos deducibles. Es recomendable que los contratos estén a nombre del profesional.
¿Y si trabajo desde casa?
Muchos autónomos desarrollan su actividad desde su propio domicilio. En estos casos, también se pueden deducir los gastos de suministros, aunque con ciertas limitaciones. La ley permite deducir hasta un 30% de dichos gastos proporcional al espacio del hogar destinado al trabajo.
Por ejemplo, si se dedica un 25% de la vivienda a la actividad profesional, se podrá deducir el 30% del gasto correspondiente a ese 25%. Es fundamental contar con una estimación razonable y, a ser posible, documentación que justifique la afectación del espacio al trabajo profesional. Asimismo, conviene notificar esta circunstancia a Hacienda mediante el modelo 036 o 037.
Gastos no deducibles
Es importante destacar que no todos los gastos que realiza un autónomo son deducibles. Por ejemplo, los gastos personales, las multas, sanciones administrativas o los gastos que no estén debidamente justificados con factura no se consideran fiscalmente deducibles.
Reflexión final
Las deducciones fiscales son una herramienta legítima para aliviar la carga impositiva de los trabajadores autónomos. Conocer qué se puede desgravar y cómo hacerlo correctamente es clave para no incurrir en errores que puedan derivar en sanciones.
En Olmedo y Velasco Abogados, acompañamos a nuestros clientes autónomos no solo desde el punto de vista legal, sino también en el plano fiscal, con soluciones a medida. Ofrecemos un enfoque integral y actualizado que permite optimizar tu declaración de la renta.
¿Necesitas asesoramiento sobre tu declaración de la renta como autónomo? Estamos aquí para ayudarte. No dudes en ponerte en contacto con Olmedo y Velasco Abogados para resolver tus dudas y mejorar tu situación fiscal.