Cuando una pareja decide poner fin a su matrimonio de forma consensuada, uno de los pasos fundamentales es la elaboración del convenio regulador. Este documento legal permite establecer de mutuo acuerdo las medidas que regirán tras la separación, especialmente si hay hijos menores. Su objetivo principal es evitar conflictos futuros y garantizar un marco estable para todos los implicados.
A continuación, explicamos con detalle qué es un convenio regulador, dónde se realiza y qué aspectos deben contemplarse para que cumpla con la normativa y proteja adecuadamente a todas las partes.
¿Qué es un Convenio Regulador?
El convenio regulador es un acuerdo legal que recoge las condiciones personales y económicas que regirán tras una separación o divorcio de mutuo acuerdo. Permite definir, con carácter previo a la intervención judicial, aspectos tan relevantes como la custodia de los hijos, la pensión alimenticia, el uso de la vivienda familiar o la distribución de vacaciones escolares.
Es una herramienta clave para prevenir disputas y promover una relación pacífica entre los progenitores, favoreciendo así el bienestar de los hijos y la seguridad jurídica.
¿Dónde se redacta un Convenio Regulador?
Este tipo de documento debe ser redactado en un despacho de abogados especializado en Derecho de Familia, como Olmedo y Velasco Abogados. Contar con asesoramiento jurídico experto es esencial, ya que permite:
Evaluar cada situación familiar de forma individual.
Garantizar que las cláusulas se ajusten a la legislación vigente.
Evitar vacíos legales o ambigüedades que puedan generar conflictos.
Una vez redactado, el convenio se presenta ante el juzgado competente, que revisará su contenido y lo validará mediante resolución judicial.
¿Qué medidas debe incluir un Convenio Regulador?
A continuación, detallamos las principales medidas que suelen regularse en este documento:
Patria potestad de los hijos menores
Por norma general, se atribuye de forma compartida a ambos progenitores. Esto significa que seguirán tomando conjuntamente las decisiones relevantes que afectan a la vida de sus hijos. Solo de forma excepcional, y siempre que sea en beneficio del menor, un juez puede atribuirla a uno solo.
Guarda y custodia
Se establece a quién corresponde la convivencia diaria con los hijos. Puede otorgarse a uno de los progenitores (custodia monoparental) o ser compartida (ambos progenitores se alternan en el cuidado). En custodia compartida, es habitual fijar una alternancia semanal, quincenal o mensual.
Régimen de visitas y comunicaciones
En los casos de custodia exclusiva, se fija un calendario para que el progenitor no custodio mantenga una relación estable con los hijos. Este régimen puede incluir visitas entre semana, fines de semana alternos, y contacto mediante llamadas o videollamadas, en días y horarios determinados.
Uso de la vivienda familiar
Generalmente, el uso del domicilio familiar se atribuye al progenitor custodio junto con los hijos menores. En caso de custodia compartida, los padres pueden acordar libremente el uso del inmueble. Si no hay acuerdo, será el juez quien determine el reparto más adecuado.
Pensión de alimentos
El convenio establece el importe que deberá abonar el progenitor no custodio para cubrir los gastos ordinarios de los hijos (alimentación, ropa, educación, etc.). En custodias compartidas, esta pensión puede no establecerse si existe equilibrio económico entre los progenitores.
Gastos extraordinarios
Se definen como aquellos que no son previsibles ni periódicos (por ejemplo, tratamientos médicos o actividades extracurriculares). Es importante concretar qué se considera gasto extraordinario, cómo se comunicará y qué porcentaje asumirá cada progenitor.
Pensión compensatoria
Puede incluirse una pensión compensatoria para aquel cónyuge que, como consecuencia del divorcio, vea empeorada su situación económica en comparación con la convivencia. Esta medida también contempla posibles indemnizaciones por dedicación a la familia.
Contribución a las cargas del matrimonio
El convenio debe reflejar cómo se asumirán las cargas comunes del matrimonio (hipoteca, alquiler, préstamos conjuntos, etc.), así como la proporción en que cada uno contribuirá.
Vacaciones escolares
Se debe regular el reparto de los periodos vacacionales de los hijos: fechas de inicio y fin, alternancia entre progenitores, y cualquier particularidad relativa a viajes o desplazamientos.
¿Se pueden incluir otras cláusulas?
Sí. Aunque los puntos anteriores son los más comunes, cada convenio puede adaptarse a las circunstancias particulares de la familia. Es posible incluir acuerdos sobre días especiales (Día del Padre, Día de la Madre, cumpleaños, festividades), así como la liquidación del régimen económico matrimonial (por ejemplo, en régimen de gananciales).
Una última reflexión
El mejor convenio regulador es aquel que, una vez firmado, apenas necesita revisarse. Eso significa que las medidas acordadas funcionan, que la relación entre los progenitores es respetuosa, y que los hijos se desarrollan en un entorno estable.
¿Necesitas ayuda con tu convenio regulador?
En Olmedo y Velasco Abogados, contamos con un equipo experto en Derecho de Familia que te ayudará a redactar un convenio regulador justo, legal y adaptado a tu realidad personal. Contáctanos para una primera consulta informativa.